Uno de mayores obstáculos de la integración en la Unión Europea es que hemos encontrado un gran número de diferencias en muchas áreas entre los diferentes países de la Comunidad Europea, el aspecto económico es el más evidente, por ejemplo, es difícil avanzar en la propuesta de una futura unión fiscal.
La Europa de varias velocidades, se le llama como el nombre con una connotación intrínsecamente dañina. Con un ligero cambio, se trata de convocar una Unión Europea, algunas de las cuales se adelantan a otras, y es posible adaptar el grado de integración a los deseos y anhelos de cada país. El Tratado de Maastricht lo prevé de forma clara pero limitada
Todos sabemos que la
UEM es el núcleo de Maastricht y todos pueden elegir este plato. Los criterios
de convergencia necesarios para integrar el ecu (inflación limitada, déficit y
deudas reducidos y tipos de interés similares) supondrán otra elección entre
países que cumplen las condiciones y países excluidos. España, Grecia y
Portugal son los candidatos que quedan atrás.
Por último, pero no menos importante, el viento sombrío que
sopla desde los dos países de Europa central (Hungría y Polonia) que se unieron
a la UE en 2004. Los esfuerzos de su gobierno para implementar reformas que
cuestionen los valores europeos abrieron otra vía fluvial en el viejo caparazón
del barco comunitario, que puede zozobrar después de experimentar las
dificultades de la crisis del euro y la actual situación de incertidumbre que está
pasando el mundo. Los próximos meses serán cruciales para salvar el sueño
europeo.
Referencias:
https://elordenmundial.com/mapas/europa-dos-velocidades-economicas/
https://www.larazon.es/el-euroblog/una-europa-a-la-carta-EA11889481/
https://elpais.com/diario/1993/11/01/internacional/752108418_850215.html
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